miércoles, 26 de marzo de 2008

Una noche en Santiago.

Y que pasa cuando llega la noche y comzamos a extrañar...un aroma, una voz, un sonido o un momento...que pasa cuando lloramos cada vez que nos acordamos de alguien, o sonreímos si hablamos de él.
Hoy hablamos y su voz no cambia es la misma que me despidió esa tarde en el bus, supogno que está igual, no lo se la gente puede cambiar mucho en dos semanas, pero prometí esperarlo a el terminal en cuanto llegue para correr y darle un abrazo gigante...
Si supieras como te extraño ratoncito.